sábado, 9 de julio de 2016

Ciudad mía.
Francisco Márquez  Razo.   
     
A pesar de las banquetas destruidas
en el centro histórico
dolor de ojos, empeines y tobillos.

A pesar de las fuentes sin agua
recipientes de basura y mierda
como aromatizante natural.

De la frustración de rebasar los 40
y no acceder a becas
ni encontrar empleo.

Del coraje de asistir a la clínica popular
y después de horas en espera
recibir una receta para mis males
pero nunca tienen medicamento.

De presenciar cristalazos en autos,
asaltos a transeúntes,
robos en casa habitación,
autos fantasmas que atropellan y huyen
y en las noticias escuchar que todo está mejor
resulta una mentada social
e incluso terrorismo urbano.

De caminar media ciudad
pues el camión se desvió
por marchas de fulano, o zutano.

Por los tandeos en el abasto de agua,
las tarifas que las incrementan cada
que les da su regalada gana,
los autobuses reciclados
sin placas ni asientos,
los taxis piratas
que me salen en cada esquina
y para transportes son invisibles.

Por los niños, jóvenes y adultos
que piden ayuda en las calles
malabaristas de sueños de hambre,
por el gobierno que busca regularizar los empleos
y a su vez es el principal infractor.

A pesar de esos, que buscan fraccionarte
y venderte pedazo a pedazo,
que te pisan y te escupen,
a pesar de todo, mi amada ciudad
aún creo, sueño y te amo a ti:

¡Feliz cumpleaños, Durango!

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