La tarde
Francisco Márquez Razo
Coral
y oro era la tarde
pasarela
de vidas presurosas,
alienadas,
sosegadas,
oscuras,
vehículos
en dolor resignado.
A
pesar de eso,
la
tarde canta
su
invisible melodía
sonido
suave
tono
entrañable,
coral
y oro,
era
la tarde.
Me
detengo
a
escuchar su palpitar
envuelve
mis tristezas
que
buscan soledad,
deseos
de liberarse y llorar,
tarde,
para
abrazarse a ella.
Tarde
benigna y deliciosa
elevas
del corazón
a
mis sedientos labios,
canto
lejano de infancia,
coral
y oro,
era
la tarde.