Semillero
Francisco
Márquez Razo
Oculto
en
legendario túnel
bebo
agua de mi noria,
desgasto
el
pavimento
de
la calle
5
de febrero,
soy
un fantasma
que
se aparece
de
día
y,
en horas de oficina
en
la presidencia municipal,
un
paciente
que
pierde la paciencia
y
cordura,
esperando,
buscando,
que
abra la oficina
de
la dirección de cultura,
me
escondo del sol
en
el parque ajiladero,
permanezco
de pie
en
un estante
de
la biblioteca,
converso
con
un cuadro de Tohue
en
la casa de la cultura,
soy
arqueólogo honorario
en
el museo comunitario,
me
deleito con un cono doble
de
nieve de guayaba,
y,
en la plaza
paso
lista de presente
en
el club de los enchilados,
boleo
mi calzado
con
poesía de Chicho,
navego
en el tiempo,
del
COBAED
a
la Vicente Guerrero;
tacos
del Brayán,
café
de la patrona,
pizzas
del malquerido,
pescado
en la sierra,
tacos
de la Villa,
comida
en el plaza,
y
no soy de la calle,
sino
que la calle
es
solo mía,
soy
camino,
soy
viajero,
soy
jardinero,
soy:
¡Semillero!