Libre
Francisco Márquez Razo
El
nudo en la garganta
que
clausuraba mi voz
al
escucharte hablar
del
otro lado de la línea,
¡Hoy
expiró!
La
urticaria que brotaba
enrojeciendo
mi piel
al
escuchar tu nombre,
¡Al
fin sanó!
Las
heridas supurantes
que
infectaban el alma
al
recordar tus caricias
incapacitándome
física
y
mentalmente,
¡Hoy
cicatrizaron!
Las
costras malolientes
las
huellas de tus besos
en
mis labios y rostro,
¡Finalmente
secaron!
Las
llagas en los pies
que
me mantenían atado
a
tus sabanas y cama,
¡Hoy,
desaparecieron!
La
artritis reumatoide
que
dejó mis manos deformes
con
la figura de tu cuerpo,
también
hoy: ¡Se esfumo!
Mis
ojos cerrados y ciegos
a
otro rostro
que
no fuera el tuyo
incluso
ajenos a la luz,
hoy:¡
Milagrosamente se abrieron!
Caminé
de nueva cuenta,
respiré,
agradecido
de estar sano
vuelvo
a vivir la vida,
feliz,
libre y pleno.
Pero,
llegó
la noche
con
ella,
el
vacío,
ahora
qué
estoy
libre del dolor
no
sabes:
¡Cuánto
lo extraño!