lunes, 4 de diciembre de 2017

Libre
Francisco Márquez Razo

El nudo en la garganta
que clausuraba mi voz
al escucharte hablar
del otro lado de la línea,
¡Hoy expiró!

La urticaria que brotaba
enrojeciendo mi piel
al escuchar tu nombre,
¡Al fin sanó!

Las heridas supurantes
que infectaban el alma
al recordar tus caricias
incapacitándome física
y mentalmente,
¡Hoy cicatrizaron!

Las costras malolientes
las huellas de tus besos
en mis labios y rostro,
¡Finalmente secaron!

Las llagas en los pies
que me mantenían atado
a tus sabanas y cama,
¡Hoy, desaparecieron!

La artritis reumatoide
que dejó mis manos deformes
con la figura de tu cuerpo,
también hoy: ¡Se esfumo!

Mis ojos cerrados y ciegos
a otro rostro
que no fuera el tuyo
incluso ajenos a la luz,
hoy:¡ Milagrosamente se abrieron!

Caminé de nueva cuenta,
respiré,
agradecido de estar sano
vuelvo a vivir la vida,
feliz, libre y pleno.

Pero,
llegó la noche
con ella,
el vacío,
ahora qué
estoy libre del dolor
no sabes:
¡Cuánto lo extraño!





  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...