domingo, 25 de noviembre de 2018


Imagino, que al morir se cierra el libro, e inicia la verdadera lectura.

Caminante
Francisco Márquez Razo

Un paso en falso
y se quiebran las ramas,
como lo hacen tus piernas,
tu sacrificio y penitencia,
volver a andar;
de tu corazón al lodo de la mente,
de las preguntas sin respuesta,
a la confusión de la incertidumbre,
caminar,
tropezando con la ira contenida
de presenciar el triunfo
de la violencia ante la virtud,
con rabia en los pies
caminar, caminar,
de ir y venir
se desgasta el concreto
se diluye el asfalto
jamás tus pasos,
caminar,
entre sueños desnutridos
y alegrías con hambre
entre famélicas promesas
y obesas pesadillas,
entre el saludo
y el tímido adiós
que jamás se pronuncia
que nunca se dice,
caminar,
sobre las nubes,
bajo la lluvia,
entre calles y plazas
de mañana o tarde,
caminar,
en la lectura de un libro,
en el arcoíris albino,
en la luz de la amistad,
o en las gotas
de oscuridad
en cualquier estrella
que se consume a sí misma,
sigue, sigue caminando:
¡Alfonso Vitela!

  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...