sábado, 22 de octubre de 2016


La catrina en Durango
Francisco Márquez Razo

En Durango se dio lo impensable:
¡Por vez primera hay alternancia!
La catrina saca su impermeable
se pronostica lluvia implacable
y decide hacerle al turista.

Llega en espectral carroza
y por presuntuosa se atasca
en horrible zanja de Dolores del Río,
protección civil llega de milagro
y el jefe quiere cobrarle el pavimento.

Que andan escasos de billete
y que la ayuda del fondo de desastre
a Durango llega pura ma…nguera,
los del sideapa, no tienen pa´comer
y agua embotellada van a vender.

La calaca se encabrita, está enchinchada,
Al guerito, en Zambrano pide ver,
puras malas noticias le hace saber,
Rosas Aispuro, al conocer la deuda
de puro berrinche se infarta.

Con la huesuda, pesaroso se marcha,
azul y amarillo se visten de luto,
en el congreso, el rojo hace pachanga,
y un ex presidente, ahora magistrado
y otros dos, o tres, le ladran como Pluto.

Sedesoe, ni se dio por enterada,
qué ahí vive el ánima de Juanga
y solo se escucha: ¡Ya no queda nada, nada,
nada, nada, nada, no hay nada, nada, nada,
pa´los damnificados, no queda nada, nada!

Durango está medio triste,
en catedral se oyen las campanas,
la noticia inunda la calle
con más fuerza que las lluvias:
¡El güero, bailó las calmadas!

Los ciudadanos piden sexenio de silencio,
los de mayoría simple, conceden un minuto,
el IMAC, organiza ¿Romería cultural?
Y, a un teatro qué no existe, o quizás un bazar,
José Rosas Aispuro, lo quieren nombrar.

Pero, apenas llegado al otro mundo,
el güero de Tamazula, saca las uñas,
con verbo y carisma que le conocemos,
de panteón en panteón armó la revolución
y en el más allá solicitó una elección.

La noticia salió en el: ¡Órale que chiquito!
“Aispuro a la catrina, gana por votación”
Y el güero: Sin hacer cacería de brujas,
le impone a la catrina como maldición:
un flaco y ojeroso gobierno de coalición.

Con el pretexto de venir al Revueltas,
la calaca al güero, le da un levantón,
y lo devuelve por el rumbo de la Estación,
antes de marcharse, aguitada le dice:
¡Mira guerito que Durango te aguante
y, si no, que con muchos hue…sos te lo demande!







  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...