lunes, 31 de octubre de 2022

 

¡Todo está bien!

Francisco Márquez Razo.          

 

Vi a un hombre

acribillado en la calle,

me sentí triste,

después escuché

en el noticiero

el parte oficial:

¡Fue la intensa lluvia

quién lo mató!

Pregonan, leo, dicen:

¡Qué todo está bien!

Y mañana, estará mejor,

debemos sentirnos afortunados

nos repiten una y otra vez:

¡Aquí todo está bien!

Lo que sucede en mi estado,

es apenas un esguince

en el tobillo del país,

jodidos los demás:

¡Qué aquí todo está bien ¡

Demos gracias al cielo,

que nos envió un político

para guiar nuestro destino,

¿Qué haríamos sin él?

No tenemos desempleo,

los que hoy no trabajan

no son desempleados,

sino: Buscadores en proceso,

por favor recuerde:

¡Qué aquí todo está bien ¡

La pobreza baja día con día,

es cierto, se mueren de hambre,

así, la estadística no miente,

aquí reina la democracia,

todos se pueden expresar.

el pueblo es quién gobierna,

claro, que si usted piensa

de una manera diferente

a la del boletín oficial,

del estado, se puede largar:

¡Qué aquí todo está bien ¡

La impunidad se combate,

el largo brazo de la ley

se aplica a todos por igual,

permite las arcas públicas desfalcar,

pero si se duerme en el trabajo

(A menos que sea diputado)

Lo enviamos directo al carajo,

la abundancia se observa

a nuestro alrededor,

libre el que roba millones,

pero el que se lleva unos pesos

le bajan los calzones

y lo cuelgan de los hue…sos.

¡Pues aquí todo está bien¡

Tiene libertad de expresión,

despotrique en redes sociales,

envié mensajes y no olvide chatear,

hágalo y dígalo sin miedo,

el sistema lo ha de espiar

y, todo en su contra lo ha de usar,

viva intenso y viva feliz

queremos que viva muchos años,

claro, para pagar impuestos,

no olvide dar gracias al cielo,

pero, no se le ocurra protestar,

o dependencias federales cerrar,

pues si quiere conservarse sano

cierre los ojos y con alegría grite:

¡Qué aquí… todo está bien¡

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 22 de septiembre de 2022

 13+9

Chezz Zambrano
La amistad
es una estrella fugaz,
conozco un búho
que vuela de día
sin encontrar la paz,
soy la niña
que pretende
hacer un bosque
sobre el mar,
o, al menos conversar
con una raza alienígena
de cara cómo pizza,
el amor duele
cómo un zapato
que no es de tu talla
y arrastro la culpa
igual que las palabras
cuando en mi lengua
se confunden,
conozco un búho fugaz
que habita una estrella
llamada: ¡Amistad!
Ver estadísticas y anuncios
Tú y 1 persona más

lunes, 22 de agosto de 2022

Les comparto un bello obsequio:

Francisco
Abdón Alan Carrillo Sarmiento El Fortino
 
Francisco tiene sombrero y mochila,
él no lo sabe y confió en ustedes
qué nunca se entere,
que su mochila y sombrero
a escondidas, también hacen poesía.
 
La mochila por supuesto,
sobre el cansancio diario
su dolor de ciática y huesos
del hilo descompuesto
en las costuras de los cierres.
 
El sombrero, por otra parte
más juvenil y aventurero
escribe versos sobre nubes,
mares y universos,
vientos y tormentas,
ladrones y piratas,
gavilanes y gaviotas.
 
Por eso les pido:
¡Por favor nunca le cuenten!
No se lo digan,
pues si llega Francisco a enterarse,
de lo que hoy sabemos.
descubrirá que soy un soplón
que hoy ha revelado;
que habla a escondidas
con el sombrero y la mochila,
y, de algún modo:
¡Mataríamos su poesía!
¡Confió en ustedes!
Solo digamos qué:
Francisco, tiene sombrero y mochila.

 

  

jueves, 18 de agosto de 2022


¿Qué es Durango?
Francisco Márquez Razo


DURANGO es  territorio áspero y agreste con climas extremos, DURANGO ha forjado espíritus fuertes y libres. DURANGO es un alacrán, un tímido venado, pero también águila tenaz.
DURANGO es pasito, DURANGO es corrido, DURANGO es canción y balada.

DURANGO no es un sueño mío, DURANGO es una realidad, y si  tocas mi pecho sentirás los latidos de DURANGO.

DURANGO es la fiesta y es DURANGO tu regalo.

DURANGO, es la historia, aventura, vida, cultura.
DURANGO es mi madre, patria y matria. DURANGO es mi cuna. DURANGO es hoy, mañana y siempre. DURANGO es el pasado, DURANGO es el presente, y DURANGO es el futuro.
DURANGO es un gallo que desde la campiña nos despierta cada mañana, las campanas de la iglesia o el inolvidable silbato del tren. DURANGO es mezcal, es manzana, es miel. DURANGO es las Mujeres y hombres en las calles o en las plazas. DURANGO es una fijación mental. DURANGO está en cada aseador de calzado, en un olor, en un suspiro y en las lágrimas que a veces puedes ver rodar por mis mejillas.
DURANGO es un cielo azul como el que nunca has visto. DURANGO es temporal, tal vez sequía, pero también un Arco Iris.

DURANGO es santuario, danza de plumas y vuelo de palomas.

DURANGO es naturaleza que todo nos da y políticos que todo nos quitan.

DURANGO es mágico, conviven dos mundos alternos: El de los funcionarios de gobierno; donde no pasa nada y todo está perfecto y el que vivimos diariamente los ciudadanos comunes y corrientes.

DURANGO es de película; donde jueces, ministerios públicos y policías son de utilería.

DURANGO es el comerciante, el empresario y también el artesano.
DURANGO no es ni negro, ni blanco, ni mestizo. DURANGO es un Arado, un campesino sembrando. El obrero trabajando y también el profesionista desempleado. 

DURANGO es desesperación y renovada esperanza.
DURANGO es un suelo gritando: ¡Queremos vivir en paz!
Ser DURANGO es un Derecho, Ser DURANGO no es una obligación, ser DURANGO es una Bendición.

DURANGO es Francisco Villa, Francisco Zarco, los Revueltas, pero también eres tú y yo.

Piensa DURANGO, vive DURANGO, sueña DURANGO.

DURANGO es la sangre que corre en mis venas y en las de mis hijos.

Cada vez que respiras, no sólo aspires aire, inhala DURANGO.

No sólo te pongas la camiseta, pon a DURANGO en tu corazón.

DURANGO es ese susurro divino que, desde la cuna, canta en nuestros oídos.
DURANGO es saber decir: ¡Yo soy DURANGO! DURANGO es caldillo, asado, patoles, tiernos y deliciosos elotes. DURANGO es, gorditas de Villa Unión, pinole de Santiago, pinos de la sierra, arena del desierto, frijol de Victoria. Todo me recuerda a DURANGO.

DURANGO está en la tortilla que saboreo, en el pan de agua, en una mariposa volando a mi alrededor, en el aire que aspiran mis pulmones y es DURANGO la brújula que guía mis pasos, lo que soy, lo que tengo y lo que ambiciono es DURANGO.

Hoy es un buen día para renovar mi compromiso con DURANGO y el orgullo de ser DURANGUENSE.
DURANGO si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí.
¡DURANGO  es todo para  mí!

 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

 

Semillero

Francisco Márquez Razo

 

Oculto

en legendario túnel

bebo agua de mi noria,

desgasto

el pavimento

de la calle

5 de febrero,

soy un fantasma

que se aparece

de día

y, en horas de oficina

en la presidencia municipal,

un paciente

que pierde la paciencia

y cordura,

esperando,

buscando,

que abra la oficina

de la dirección de cultura,

me escondo del sol

en el parque ajiladero,

permanezco de pie

en un estante

de la biblioteca,

converso

con un cuadro de Tohue

en la casa de la cultura,

soy arqueólogo honorario

en el museo comunitario,

me deleito con un cono doble

de nieve de guayaba,

y, en la plaza

paso lista de presente

en el club de los enchilados,

boleo mi calzado

con poesía de Chicho,

navego en el tiempo,

del COBAED

a la Vicente Guerrero;

tacos del Brayán,

café de la patrona,

pizzas del malquerido,

pescado en la sierra,

tacos de la Villa,

comida en el plaza,

y no soy de la calle,

sino que la calle

es solo mía,

soy camino,

soy viajero,

soy jardinero,

soy:

¡Semillero!

 

 

 

 

viernes, 10 de enero de 2020


Morir antes de nacer
Francisco Márquez Razo

Ahí estabas, sentada en la banca de la plaza, sé qué esperabas, pues a distancia te observé, yo, vagaba como siempre, las soledades se atraen, me senté a tu lado, las sonrisas dijeron todo, no recuerdo que conversamos, quizás no hablamos, pero esa tarde dejamos de ser solitarios.
Por la noche, te soñé, sentada en la banca, parecías muñequita en aparador, no sé, si tú también me soñaste.
Nos volvimos a encontrar; la misma hora, la misma banca, la misma plaza, no sabía que decirte, de hecho hablábamos poco, bastaba estar juntos, después nos tomamos de la mano, caminamos en silencio hasta tu casa, tu casa siempre sola, no tenías papá y mamá trabajaba todo el día, mi caso no era mejor, mi madre nos había abandonado años atrás y mi padre se había refugiado en el alcohol.
Y yo, qué nunca tuve un hogar, mi casa eras tú.
Dejaste de ir al colegio, el día, la tarde, la noche, fue nuestra.
A tu lado se desmoronaba el pasado, no existía el futuro, solo el presente, tú, y yo.
Nos escondíamos de las miradas morbosas, tú casa en la orilla de la ciudad, fue refugio, cómplices que aprendimos a jugar, ese juego que tanto nos gusta, contigo moría y volví a nacer.
Vivía por ti y para ti, supongo que eso es el amor, no pensar solo sentir, no necesitábamos más, nada nos hacía falta, después de todo no poseíamos nada, solo éramos tú, y yo.
Y, sin saber cómo, enfermaste, poco pude hacer; las fiebres, los vómitos, tus constantes dolores, yo, solo veía y creo que también enfermé a tu lado.
Lo peor fue cuando te aliviaste, no sabíamos que hacer, a quién recurrir, estábamos solos, siempre solos.
Pensé que morías y quería morir contigo.
Estábamos abrazados cuando llegó la policía, derribaron la frágil puerta de nuestra casa, tú no tenías fuerza, solo llorabas quedamente, yo estaba tan débil que no logré levantarme, el miedo me congelaba, miedo por mí y miedo por ti, por nosotros.
Luces, ruidos, personas desconocidas haciendo preguntas que no sabía responder, miradas de asombro, de perverso morbo nos cubrían, te llevaron en una ambulancia, supongo que a un hospital, quería ir contigo, pero no me lo permitieron, me subieron a una patrulla esposado y me trajeron a la cárcel.
Me escuchaban y se sorprendían, pero seguía llegando gente y seguían preguntando.
Conocí a tu madre, pedía gritando que me muriera, que me fuera al infierno, me dijeron también que mi padre no quería verme, supongo que era verdad, pues nunca se presentó, nadie me decía dónde estabas, cómo estabas, deseaba verte, me hacías falta, quería estar contigo, que fueras siempre mi casa.
En el tribunal, la jueza me pregunto por qué lo hicimos, y yo, no sabía explicar.
Tampoco entendí que los sorprendió más; escuchar que la bebé nació de noche, que tu sola te aliviaste, que no sabíamos que hacer, que se murió no sé por qué, quizás nació así, nunca vimos sus ojos, que la envolví en la cobija llena de sangre, de tu sangre, que la metí en una maleta vieja, que la llevé a tirar al basurero, que no me di cuenta que mi ropa estaba llena de sangre, y no me importo que me viera la gente, que regresé para ayudarte, aunque no sabía cómo hacerlo.
No sé si fue eso, o cuando me preguntaron: ¿Cuántos años tienes? Y respondí: yo 15 y ella 13.

viernes, 3 de enero de 2020


En los salones de Nombre de Dios
Francisco Márquez Razo                                             

Te invente
con la mirada
o, ¿fue tu mirada
quien me invento?

No intento
entenderlo,
la luz de tus ojos
me busca,
me encuentra,
me deslumbra,
soy ciego
en la sombra
mudo
ante el sol,
solo percibo
aspiro
tu aliento,
que pequeño
se ha quedado
mi mundo,
suaves manos,
dulces besos,
aire azul,
pantera negra
anida en mi pecho,
los salones
tienen aroma
de manzana
se pega en mi piel,
no busco luchar,
no hay guerra
o batalla
que ganar.

Mi corazón
despierta
te escucha hablar,
agua,
aire,
caos
o fuego,
todo es silencio,
pienso,
respiro,
me alimento
de un sueño,
despierto
entonces
y,
tu mirada
vuelve
a inventarme.




viernes, 13 de diciembre de 2019


Lunático
Francisco Márquez Razo 
                                            


Sueño;
que luna menguante
en mis pálidas manos
pluma de color violeta
se convierte,
yo, escribo
sobre vertical
espejo de niebla
sonrientes arcoíris,
sueño también
que dibujo
blancas ventanas
sobre oscuras cuevas
para iluminar
el sangriento sueño
de los murciélagos,
mis entumidas manos
construyen rieles
para que los deseos
de los que no sueñan
puedan
convertirse en realidad,
diseño
torres de frágil cera
para que aburrimiento
encuentre a fantasía,
pinto en color azul
flexibles muros
para enclaustrar
a creatividad.

Sigo en mi sueño,
imaginando
que luna creciente
es un enorme
queso enchilado
para alimentar
a los hambrientos
de soledad.

Sueño que mi pluma
se vuelve dorada,
atrapo la rosa de los vientos
y puedo entonces
recordar en tercera dimensión
los negros y trágicos pensamientos
de los poetas muertos,
sueño
que luna llena
es manantial de alegres lágrimas,
para adornar
caras ausentes
y rostros tristes.

Soñé al final
de mi lunática noche
que luna nueva
apaga la luz de mi habitación
y suavemente
en mis cerrados ojos
susurra:
¡Despierta dormilón!
¡Es hora de soñar!


  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...