Lo sé
Francisco Márquez Razo
Todo
lo que sacude mi cuerpo;
el frío primaveral,
los
trastornos circulatorios
la
euforia del invierno
el
síndrome de agotamiento
el
cansancio del verano
mis
ciclos circadianos
el
calor del otoño
los
ritmos biológicos
mis
anhelos parasicológicos
los
diferentes estados anímicos
los
cambios meteorológicos.
Sentirme
como el hombre primitivo
sofocado
por que aumenta mi temperatura
o,
lento cual oso invernando,
igual
de raudo que jaguar selvático,
pasional
pájaro carpintero,
imaginar
que no tengo signos vitales
explotar
en un estallido de energía
o
ahogado en la depresión y fatiga.
Sin
encontrar remedio
en
cucharadas de cafeína
en
bocanadas de nicotina
en
dosis masivas de anfetaminas
o
exóticos y piratas medicamentos.
Amante
declarado del insomnio,
observando
por el ojo del huracán
como
me destruye la tormenta,
alquilando
una parcela en el desierto
para
cultivar aridez y sequía
mi
mente y cuerpo un bello desastre,
así
me ha dejado la hambruna.
Construí
una presa para la inundación
y
un rojo tornado la destruyo
ahora
padezco un tsunami de agonía
un
terremoto de asfixia.
Mi
tormento, calvario y martirio
no
se encuentra en los libros de texto
no
se enseña en facultades o universidades.
Le
llamó; a esto que sacude mi cuerpo:
mal
de ojo, o sencillamente; biometeorológia.
Pues
en mi pequeño mundo
de
dos pasos y un giro
cualquier
cambio climático
calentamiento
global
o
desastre natural,
simplemente
amor: ¡Eres tú!