domingo, 25 de junio de 2017

Verso
Francisco Márquez Razo

Este verso que escribo
es un verso demente
lo escribo en pasado
y brinca al presente.

Este verso perverso
no me engaña,
hoy lo libero
y volverá mañana
o, no regrese nunca
y se pierda en el futuro
cercano,
en un día muy lejano.

Malvado verso presente
se fuga al pasado,
no sé cuándo nació
y cada que lo leo
trae un loco recuerdo
que no sé cómo olvido
a pesar de eso,
este verso que escribo
en pasado,
presente y futuro,
tal vez sea el testamento
de un pobre desquiciado
que nació en futuro
y vive en pasado,
en este verso
que escribo.





domingo, 18 de junio de 2017

Desahuciado
Francisco Márquez Razo

La canción que tu piel
me ofrece en alma
y voz
boa constrictora
de largos cabellos
y ojos tristes
que desde entonces
nada es.

El viento nace y muere
en el fuego
de las sombras
quema esta nieve
se convierte
en prisión.









viernes, 9 de junio de 2017

El viento
Francisco Márquez Razo

El viento es un duende
emotivo y temperamental,
sublime, loco y frívolo,
femenino y voluble.

El viento no es constante,
el viento cuenta sus penas,
pero nadie lo escucha
cierran los ojos, cubren sus oídos
corren, se alejan, se esconden,
el viento no sigue a nadie
marcha siempre al frente.

El viento juega con las nubes
las impulsa, las frena, las desvanece
el fuego no lo consume,
lo alienta y lo alimenta.

El viento conoce la melancolía
es su balada favorita
en mi alma y piel la graba
dolorosa rueda dentada.

El viento es helada cascada
se oculta y esconde en la hierba
el viento es una hoja afilada
que me parte como una fruta.

El viento es la corriente eléctrica
que me recorre de punta a punta
energía silente y cálida
que acaricia y el cuerpo desnuda.

El viento es la tinta del poema
que jamás logré escribir
es mi voz, ese grito ahogado,
es mi libro nunca terminado.

El viento es el penacho
sobre mi montaña
y es mi mayor hazaña
tocarlo y sentirlo bajo mi mano.

El viento, son las cenizas a mi alrededor
los muros, las llamas, las olas,
el humo y niebla que me envuelve
armadura que me encarcela,
el dolor que se va y regresa.

El viento es un poeta surrealista
pintando y decorando el paisaje
con esqueletos de árboles,
dejando donde quiera las señales
qué todo lo bello y precioso
será siempre irreemplazable.

El viento es la máxima ironía
me arrastra y empuja hacia la vida,
para alentarme y motivarme
susurra y canta en silencio para consolarme.

El viento, me arroja al piso
me pone de pie
me impulsa,
me detiene,
el viento es lo que pierdo
es lo que encuentro,
el viento es un duende,
el viento, soy yo.

domingo, 4 de junio de 2017

A, b, c
Francisco Márquez Razo

Cada una
de las veintiocho letras
en mi alfabeto
me lleva a la palabra:
Melancolía,
cada uno
de mis siete puntos cardinales
me señala la tristeza,
los estados de la materia
me ahogan de nostalgia,
mi naturaleza es enfermiza
mis partículas son esquizoides,
obsesivas compulsivas
cada una de mis moléculas,
las neuronas se suicidan
de tedio y aburrimiento,
mi delgada alma
padece alzhéimer
por eso, no la recuerdo
la imaginación
la dejé empeñada
en un hotel de paso
y jamás la rescaté,
solo permanece a mi lado
el dolor,
de abrir los ojos,
el dolor
de cerrar los ojos
ante la realidad,
el miedo de quizás
encontrarme
y después
perderme,
el temor
de abandonar el ego,
creerme humano
por una gota de rebeldía
que vive en mi fantasía,
a pesar
de este viaje
donde solo soy
un personaje:

¡De ficción!

  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...