Árbol-hombre
Francisco Márquez Razo
Lloran
mis hojas,
sangran
las ramas,
el
agua inunda
venas
y corazón.
Aves
taladran
mi
tronco,
tierra
me devora
en
lenta
y
cruel paciencia.
Viento
me inclina
hacia
el oriente
un
sol ardiente
me
seca al instante.
Gusanos
se alimentan
de
mi escasa corteza
no
importa mi vergüenza
al
quedarme desnudo,
soy
el brutal ejemplo
de
miseria y orfandad.
Jardinero
me ata
a
rígidas estacas
dolorosos
cordeles
intentan
sujetarme,
profundos
clavos,
hierro
fiero y candente,
soy
materia inerte,
tronco
desahuciado,
cadáver
de vida artificial.
Luna
es benévola
envía
un pobre y escaso
rayo
de luz,
pálido
e indolente,
anida
en mi rama
quebrada
a
él me aferro
cómo
perro al hueso,
le
pido,
suplico,
nocturno
milagro.
la
oscuridad,
diosa
de la noche
me
transforma
en
hombre.
Ahora,
lloran
las manos,
se
abren los ojos
y la
sangre inunda
venas
y corazón.