lunes, 19 de diciembre de 2016

Elementos
Francisco Márquez Razo

En la tierra:
escucho tus pasos;
te presiento,
te espero
y anhelo.

En el aire:
te percibo,
te aspiro
y exhalo.

En el agua:
te veo,
te acaricio,
me lleno.

En el fuego:
me quedo,
te aguardo,
me quemo…

Y en esta espera
me consumo.


domingo, 11 de diciembre de 2016

Arquitectura Urbana
Francisco Márquez Razo

Caminaba rumbo a la parada del autobús, temprano para ser sábado, andaba un poco adormilado, el aire resultaba violentamente frio y dudaba entre continuar, o regresar  por un suéter, en la segunda cuadra saliendo de casa, di vuelta a la derecha, entonces la vi, sin saber porque, me detuve, parecía que todo dejaba de tener sentido; el aire frío, la modorra, mi prisa, aquella imagen llenaba por completo la mirada.
Cada uno de los músculos que conforman mi cuerpo deseo con urgencia tener el ojo de un brillante pintor y dibujar aquella maravilla que la naturaleza humana me ofrecía y realizar la más perfecta pintura jamás hecha.
Si al menos tuviera el enfoque de un artista de la lente y captara en fotografía aquella magna obra, sin duda obtendría los mejores premios a nivel mundial.
Pero, ni sé dibujar, ni pintar, tampoco soy fotógrafo, ¡Qué pinche coraje!
Si de perdido tuviese el sentimiento y la voz de un cantante natural, compondría una emotiva canción y la cantaría con alma y corazón para expresar todo esto que siento y experimento en este mágico momento.
Si tocara un instrumento musical, ella sería mi constante inspiración y tocaría las más bellas melodías para ofrendárselas a ella.
Pero, ¡Carajo! Ni toco, ni canto, ¡Me lleva la chin…!
Ahorita mismo, ya de jodido, fuera poeta lírico y escribir un poema, no, mejor diez poemas, e incluso un poemario completo, así dejaría por escrito este ramillete de dulces sensaciones que siento tan solo de verla, podría también declamarlos en las plazas, o en los camiones, únicamente para agradecerle haberla visto.
Pero ni a poeta llego: ¡Que amargura y frustración me invade!
Por vez primera me siento un completo inútil.
Ella seguía ahí; perfecta, deslumbrante, no le faltaba nada, todo estaba donde debía estar.
Inspirado por el sublime momento, regrese a casa de prisa, tomé dos bolsas de plástico de esas de centro comercial, las llené a su máxima capacidad con lo que encontré, las até con firmeza, incluí un peluche que estaba desgarrado y sucio, que en algún tiempo fue un changuito y sin dejar de sonreír bobamente, desande mis pasos con reverente devoción, coloqué aquellas bolsas a su lado, acomodándolas artísticamente, el peluche adorno las bolsas, solo entonces pude continuar su camino con el espíritu pleno y rebosante de haber contribuido en aumentar la belleza de esa exquisita y maravillosa pila de basura en medio de la calle y estaba seguro era la más completa expresión de la arquitectura urbana.
No dejé de soñar con ella durante los siguientes tres meses y para mi creciente tristeza: ¡Jamás volví a verla!




martes, 6 de diciembre de 2016

¡Sé tú mismo!
Francisco Márquez Razo

¡Sé tú mismo!
Acepta tus raíces,
avívalas
revive el valor
de volver a encontrarte,
de hacer gloriosa
tú historia.

Muestra tu origen
que tú presencia
sea benéfica
para los demás,
reconstruye
tu unidad;
cuerpo, mente,
espíritu,
en un jardín
de mutuo respeto
dónde florezca
la libertad;
ser, hacer, tener.

No te rindas,
por las carencias,
las crisis
que puedan afectarte
en este momento,
ahora, puedes ser
si lo quieres:
faro de estimulo
para el mundo,
este y todos
los días,
a pesar de la oscuridad
el sol,
las estrellas,
la vida,
te iluminan,
elige: Cielo
o abismo,
pero, siempre,
siempre:

¡Sé tú mismo!

  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...