lunes, 22 de agosto de 2022

Les comparto un bello obsequio:

Francisco
Abdón Alan Carrillo Sarmiento El Fortino
 
Francisco tiene sombrero y mochila,
él no lo sabe y confió en ustedes
qué nunca se entere,
que su mochila y sombrero
a escondidas, también hacen poesía.
 
La mochila por supuesto,
sobre el cansancio diario
su dolor de ciática y huesos
del hilo descompuesto
en las costuras de los cierres.
 
El sombrero, por otra parte
más juvenil y aventurero
escribe versos sobre nubes,
mares y universos,
vientos y tormentas,
ladrones y piratas,
gavilanes y gaviotas.
 
Por eso les pido:
¡Por favor nunca le cuenten!
No se lo digan,
pues si llega Francisco a enterarse,
de lo que hoy sabemos.
descubrirá que soy un soplón
que hoy ha revelado;
que habla a escondidas
con el sombrero y la mochila,
y, de algún modo:
¡Mataríamos su poesía!
¡Confió en ustedes!
Solo digamos qué:
Francisco, tiene sombrero y mochila.

 

  

jueves, 18 de agosto de 2022


¿Qué es Durango?
Francisco Márquez Razo


DURANGO es  territorio áspero y agreste con climas extremos, DURANGO ha forjado espíritus fuertes y libres. DURANGO es un alacrán, un tímido venado, pero también águila tenaz.
DURANGO es pasito, DURANGO es corrido, DURANGO es canción y balada.

DURANGO no es un sueño mío, DURANGO es una realidad, y si  tocas mi pecho sentirás los latidos de DURANGO.

DURANGO es la fiesta y es DURANGO tu regalo.

DURANGO, es la historia, aventura, vida, cultura.
DURANGO es mi madre, patria y matria. DURANGO es mi cuna. DURANGO es hoy, mañana y siempre. DURANGO es el pasado, DURANGO es el presente, y DURANGO es el futuro.
DURANGO es un gallo que desde la campiña nos despierta cada mañana, las campanas de la iglesia o el inolvidable silbato del tren. DURANGO es mezcal, es manzana, es miel. DURANGO es las Mujeres y hombres en las calles o en las plazas. DURANGO es una fijación mental. DURANGO está en cada aseador de calzado, en un olor, en un suspiro y en las lágrimas que a veces puedes ver rodar por mis mejillas.
DURANGO es un cielo azul como el que nunca has visto. DURANGO es temporal, tal vez sequía, pero también un Arco Iris.

DURANGO es santuario, danza de plumas y vuelo de palomas.

DURANGO es naturaleza que todo nos da y políticos que todo nos quitan.

DURANGO es mágico, conviven dos mundos alternos: El de los funcionarios de gobierno; donde no pasa nada y todo está perfecto y el que vivimos diariamente los ciudadanos comunes y corrientes.

DURANGO es de película; donde jueces, ministerios públicos y policías son de utilería.

DURANGO es el comerciante, el empresario y también el artesano.
DURANGO no es ni negro, ni blanco, ni mestizo. DURANGO es un Arado, un campesino sembrando. El obrero trabajando y también el profesionista desempleado. 

DURANGO es desesperación y renovada esperanza.
DURANGO es un suelo gritando: ¡Queremos vivir en paz!
Ser DURANGO es un Derecho, Ser DURANGO no es una obligación, ser DURANGO es una Bendición.

DURANGO es Francisco Villa, Francisco Zarco, los Revueltas, pero también eres tú y yo.

Piensa DURANGO, vive DURANGO, sueña DURANGO.

DURANGO es la sangre que corre en mis venas y en las de mis hijos.

Cada vez que respiras, no sólo aspires aire, inhala DURANGO.

No sólo te pongas la camiseta, pon a DURANGO en tu corazón.

DURANGO es ese susurro divino que, desde la cuna, canta en nuestros oídos.
DURANGO es saber decir: ¡Yo soy DURANGO! DURANGO es caldillo, asado, patoles, tiernos y deliciosos elotes. DURANGO es, gorditas de Villa Unión, pinole de Santiago, pinos de la sierra, arena del desierto, frijol de Victoria. Todo me recuerda a DURANGO.

DURANGO está en la tortilla que saboreo, en el pan de agua, en una mariposa volando a mi alrededor, en el aire que aspiran mis pulmones y es DURANGO la brújula que guía mis pasos, lo que soy, lo que tengo y lo que ambiciono es DURANGO.

Hoy es un buen día para renovar mi compromiso con DURANGO y el orgullo de ser DURANGUENSE.
DURANGO si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí.
¡DURANGO  es todo para  mí!

 

  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...