Alma
Francisco Márquez Razo
El
sol brillaba,
con
radiante calor,
con
intenso amor.
¡Y
al sol tendí mi alma!
Era
tan claro el día,
que
mi cama blanca,
extrañamente
resplandecía,
la
primavera anticipaba
el
amor descendía
y
se encendió la llama
en
la primavera,
en
mi cama blanca,
en
la llama intensa.
¡Y
al sol tendí mi alma!
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