Bajo la higuera
tu sombra lee
Francisco
Márquez Razo
Bajo
la higuera,
verdes
los frutos,
las
hojas se besan,
ramas
ocultan
sus
primeras caricias.
Abrir
los ojos
no
amanece más temprano,
todo
tiene su tiempo,
los
higos y las sombras.
Miradas
se cruzan
en
la calle,
frente
a todos,
saben
con certeza
que
se verán al caer la tarde,
bajo
la discreta sombra
de
la higuera.
Treparon las altas ramas
ausentes
de testigos
ofrendaron
la primicia,
saborear
las brevas
la
más dulce delicia,
cuando
no estaban listos,
en
el árbol,
los
higos.
Tomaban
un libro,
a
la sombra de la higuera
se
reunían a leer
esperando
el momento,
curiosidad
fue la fruta
que
aún no maduraba.
Ella,
aguardaba
la
lluvia comenzó a caer,
subió
las altas ramas
para
darle sorpresa a él,
tal
vez el viento,
tal
vez el anhelo
paladear
el fruto
verde,
tal
vez el primer beso
o,
un grito en silencio,
la
arrancó del árbol
para
caer al suelo.
Juran
entonces,
nombrando
a los santos,
que
algunas tardes
están
los higos verdes
y
en juego de luz y sombra
toma
forma una figura
que
lee, bajo la higuera.
Muchos
años hace,
de
cuando en cuando,
aparece
un hombre cansado
que
lee, que conversa
con
árbol y sombra:
¡Un
loco, la gente dice!
Ese
lugar me atrae
amor
que te has ido,
áspero
y dulce como el higo,
amor
que odio, que bendigo,
amor
de vida, de muerte,
árbol
de frutos negros,
amor
qué bajo la higuera
tu
sombra,
aún
lee
junto
a mi cuerpo.
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