Un
idiota.
Francisco Márquez Razo.
Pero Paco, ¿Qué te pasa? Tienes
una cara de pocos amigos, ¿Qué sucedió?
-Pues nada Poncho, estoy
aguitado, mira que estuvimos esperando meses la final del torneo de Fut-bol
contra el equipo invicto de las Aguilitas, preparándonos a conciencia para
demostrarle quienes somos y nada, que perdemos por un auto-gol de un idiota.
Vaya, qué mala onda, mi Paco, qué
mala onda.
-Lo que más me duele es qué todos
estábamos seguros de ganar, hasta hicimos la coperacha con todos los del
equipo, se incluyeron los técnicos, el director y también algunos seguidores,
incluida la porra brava, con la idea de comprar varios cartones de chelas y
hacer una carne asada, pero perrona mi compa, nomás para darnos vuelo
celebrando el merecido triunfo, y todo valió madres, por culpa de ese idiota.
Lo peor mi Poncho, fue ver las
caras de los compañeros, brotaba la decepción por esa inesperada derrota, todos
estaban cabreados, con ganas de agarrar a ese idiota y darle una soberana
madriza, fue horrible, Poncho, fue horrible.
Tan bien que íbamos, todo el
primer tiempo jugando cómo los grandes, nos la rifamos en serio, ya nos veíamos
con el triunfo, lo sentíamos, pues terminamos empatados, nada para nadie, pero
sabíamos que éramos superiores en la cancha, los teníamos dominados, era seguro
que en el segundo tiempo los arreglaríamos mínimo con un gol y así nos
coronaríamos cómo los meros campeones.
Pero, nunca falta un idiota y de
pilón con auto-gol.
En el descanso todo era regocijo,
emoción, alegría, pasión y confianza de ganar, nos animábamos unos a otros: ¡Si
se puede, si se puede!
Escogimos cómo estrategia seguir
con una buena defensa y entonces anotar un gol, el del triunfo, el del
campeonato, pero, nunca falta un idiota.
-Pues la verdad Paco, ese idiota
si se merece una madrina.
Llegó entonces el segundo tiempo,
esperanzados salimos a jugar, aparecieron los fotógrafos, llegaron los
cazatalentos, hasta los de la tele aparecieron mi Poncho, pues era cuestión de
minutos que ganaríamos y después la fama, el éxito, posar para las fotos con el
trofeo y todo de película, pero, ya sabes.
Mira que si nos hubiera metido un
gol el equipo contrario, pues no había ni que discutir, pero perder por un
auto-gol, esta cañón Poncho.
-Pues mira Paco, yo que no vi el
partido, nomás de escucharte, ya me enojé, yo te acompaño y le ponemos una
zapatería a ese tipejo.
¿Dime quién es ese idiota?
¡Yo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario